Se disputaba en Málaga la eliminatoria de la Copa Davis de tenis, en donde Nadal había decidido que sería su despedida de su carrera profesional. Más que decidirlo él, lo ha decidido su nivel de juego desarrollado en sus últimos partidos, que no ha sido malo. Pero no lo suficientemente bueno como para mantenerlo en los primeros puestos del ránking ATP, de hecho se encuentra en el número 154 mundial.
Pero bueno, ha querido que esta Copa Davis fuera su gran despedida, y así ha sido. El público se ha volcado con él, es un deportista muy querido, y las entradas, aunque caras, se han vendido todas. Sus precios iban desde los 63 hasta los 650 euros, pero en la reventa, parece ser, que han llegado a cifras totalmente desorbitadas, 20 o 35.000 €, y algunas publicaciones hablan de anuncios de más de cien mil euros por entrada.
Pues bien, la despedida de Rafa Nadal, la ha elegido él. Y nunca más lejos del significado de esta afirmación, pues en esta competición de equipos, no ha sido el entrenador, el capitán David Ferrer, el que ha decidido quien representaría a España en esta eliminatoria. Ha sido el mismo Nadal el que ha decidido, a última hora, si estaba en condiciones de jugar o no. Se supone que el equipo lo deben formar los mejores tenistas en ese momento, pues por delante de él estaban nada menos que 6 españoles en el ránking ATP, además de Carlos Alcaraz. Otro tema es la decisión de que pareja configurar para jugar el partido de dobles, pero los dos partidos individuales deberían jugarlos los dos mejores.
Finalmente en esta emotiva despedida, Rafa Nadal ha perdido su partido por un doble 6-4, Carlitos ganó el suyo, pero en dobles, Alcaraz y Marcel Granollers perdieron en dos tie breaks, 6-7 y 6-7, contra Paises Bajos. Termina así el camino de España en esta Copa Davis, y el camino de Nadal en su carrera profesional.
Ahora ya puede dedicarse en plenitud a desarrollar su contrato con la Federación de Arabia Saudí.