Este pasado año 2016 no se puede decir que haya sido para sacar pecho en cuanto a legalidad y juego limpio, la corrupción en el deporte ha estallado en diferentes lugares y en diversas disciplinas, como en tenis, fútbol o atletismo.
De gran escándalo se puede calificar la confirmación del dopaje sistemático en atletas rusos durante años, el informe McLaren lo definía como un dopaje de estado, después de analizar los casos de los análisis de muestras de los juegos olímpicos de 2008 y 20012. Esto trajo como consecuencia la prohibición de participar, casi totalmente, a los atletas de nacionalidad rusa en los juegos de Río.
La web casinonlineespana nos habla en su artículo “Un deporte manchado” de otro caso bien sonado, en esta ocasión en el mundo de la raqueta. Hasta 34 personas, entre ellas 6 tenistas, fueron detenidos en España acusados de amañar partidos, o de convencer y extorsionar a terceros, para lograr resultados convenidos y así lucrarse gracias al beneficio de un deporte tan noble como el tenis. Se considera que la cifra defraudada rondaba el millón de euros. Pero no solo en España y en categorías menores, sino también en lo más alto del ránking ATP se han descubierto engaños en la resolución de partidos o sets. El caso Davydenko fue el más sonado, cuando el número 4 del mundo, perdía contra el número 87, el ruso se excusaba en una inoportuna lesión.
Pero ya algo se debían estar oliendo en el tenis, cuando el número 1 mundial, Novak Djokovic, declaró que en 2007 había sido tentado con 200.000 $, por dejarse perder en primera ronda del torneo de San Petesburgo.
También este último año de 2016 el fútbol mundial se cubrió de “gloria” cuando sus dos máximos mandatarios han sido suspendidos por 6 años, Joseph Blatter de la FIFA y Michel Platini de la UEFA, cuando el primero autorizó al segundo un pago de dos millones de francos suizos.
Pero es aquí, en el fútbol, el deporte que mueve masas de espectadores a los estadios y el que genera más apuestas deportivas, en donde más casos de corrupción por amaños se han destapado. Se lleva la palma el Calcio, la liga italiana, ha sido un verdadero nido de manipulaciones en los resultados de los partidos. A la Juventus se la llegó a castigar con el descenso a segunda división y la pérdida de sus dos últimos títulos por sobornar a árbitros en 2006, también estuvieron implicados la Fiorentina, el Milan y el Lazio. Y seis años más tarde hasta 40 jugadores y técnicos fueron arrestados por “arreglar” partidos, la mayoría de categorías menores, pero otros, de primera línea, bien conocidos, como Conte o Vieri.
El escándalo también sacudió a la liga española en la temporada 2013-14 cuando se descubrió acuerdos entre clubes para amañar partidos, el Osasuna fue obligado a pagar 2,5 millones de euros a otros tres clubes para evitar su descenso a segunda división, y su presidente condenado con pena de prisión. A nivel de selecciones llegaba también el arreglo de partidos, 14 futbolistas de la selección de El Salvador fueron suspendidos para siempre por recibir sobornos a cambio de perder partidos, beneficiando así a redes internacionales de apuestas.
Pero la corrupción salpica a todo tipo de deportes, y ya desde muy antiguo. En 1919 ocho jugadores del club de beisbol de los Medias Blancas de Chicago fueron acusados perder intencionadamente varios juegos de la serie mundial contra Cincinnati a cambio de dinero de apostadores, fueron suspendidos de por vida para jugar a este deporte.
En la India y en Pakistán, países en donde el cricket es el deporte rey, se han sacado a la luz casos de amaños de resultados de partidos. Todo esto hace unos pocos años, como resultado la audiencia ha bajado un 14% y la marca Pepsi ha retirado su patrocinio a este deporte.
Pero, ¿cómo se logra detectar los amaños en un partido?. Hay varias señales que suelen dar la voz de alarma:
– un técnico deja a sus mejores jugadores en el banquillo
– la motivación del jugador deja mucho que desear
– las decisiones del árbitro perjudican sin motivo aparente casi siempre al mismo equipo o jugador
– de repente, sube el número de apuestas a un resultado
Este último aspecto es el que casi siempre conduce al partido amañado. Así sucedió en el partido de dobles mixto del Open de Australia de 2016 entre la pareja española Arruabarrena-Marrero y la formada por Hlavackova-Kubot, cuando los primeros perdieron 6-0 y 6-3. La casa Pinnacle Sports suspendió todas las apuestas cuando detectaron que un reducido número de personas apostaba grandes cantidades de dinero por la derrota de la pareja española.
En el balonmano se dio un caso similar, cuando se destapó una sucia trama dentro del equipo francés del Montpellier. La policía descubrió que jugadores y técnicos del club estaban involucrados en casos de partidos amañados, todo salió a la luz después de investigar la cantidad tan alta de dinero apostada en un partido. Por supuesto que los integrantes de un equipo tienen prohibido apostar por el resultado en los que ellos son los protagonistas. Esto trajo como consecuencia al arresto de 10 jugadores del Montpellier, entre ellos a figuras tan conocidas como los hermanos Karabatic.