Por fin la historia interminable del futuro de Alberto Contador, nº1 del mundo, tiene un final. Se queda en el Astaná, pero solo esta próxima temporada, que era el año que le quedaba por cumplir de su contrato. Dando por supuesto que el equipo conserve su licencia ProTour, y el ciclista ha puesto una condición más, que se cumpla estrictamente el código ético y el control antidopaje interno que va a establecer la directiva del Astaná.
Hacía tiempo que sonaban como posibles equipos que podían ficharlo, el español Caisse’d’Epargne, el belga Quick Step o el estadounidense Garmin. Pues el anterior director Bruyneel, se ha encargado de llevarse para su equipo a los mejores corredores del Astaná, además de Armstrong, cuentan con Leipheimer y Kloden. Este equipo es el RadioShack, diseñado en exclusiva por la pareja Armstrong-Bruyneel, el problema es que les falta el mejor, Contador. Se espera con espectación los próximos duelos Armstrong vs Contador.
Los problemas en el pasado Tour fueron bochornosos, tuvo que aguantar como Armstrong era considerado el líder del equipo, cuando él era el actual campeón. Incluso, ahora ha hecho público en una entrevista en ‘La Gazzetta dello Sport’ que tuvo que pagar de su bolsillo las ruedas para una etapa contrarreloj del Tour de Francia, porque el Astana no le garantizaba las mejores. Además sobre las palabras de Johan Bruyneel, Contador admitió que le molestó que dijese que “el dinero le había cambiado la vida”: “Bruyneel sabe perfectamente que sigo viviendo en Pinto, y de la misma manera de siempre. Sin lujos”.