Sandro Rosell, presidente del FC Barcelona, ha presentado hoy la dimisión irrevocable. Se lo comunicó a la Junta del club en reunión extraordinaria, y posteriormente compareció ante los medios de comunicación para hacerlo público. El comunicado lo realizó en compañía de Josep María Bartomeu, el que era vicepresidente, y que ahora asume el máximo cargo hasta el final de la legislatura en 2016.
De su discurso de despedida, rescatamos sus palabras que definen las causas de la decisión:
Desde hace tiempo mi familia y yo mismo hemos sufrido en silencio amenazas y ataques que me han hecho pensar si ser presidente significa tener que poner en riesgo mi familia y causarles angustia. En los últimos días, además, una injusta y temeraria acusación de apropiación indebida ha desembocado en una querella contra mí en la Audiencia Nacional. Desde el primer momento he dicho que el fichaje de Neymar es correcto y que la contratación ha provocado la desesperación y la envidia de algunos de nuestros adversarios.
Y todo esto viene provocado por la acusación de un socio, Jordi Cases, el 5 de diciembre de 2013, presenta una querella por delito de apropiación indebida. La Audiencia Nacional pide al Barça que aporte los contratos de Neymar, y el 10 de enero el fiscal pide la admisión a trámite de la querella. Se acusa al presidente de mentir, y de que el coste final de la compra de Neymar asciende a 95 millones. Rosell sigue afirmando que el brasileño costó 57,1. El juez Ruz admite la querella por administración desleal contra Rosell por el fichaje del futbolista.
Al final, lo que había sido su gran fichaje estrella, ha sido su tumba profesional, y puede, que hasta, personal. Luego de lograr que el delantero de moda en el fútbol mundial se viniera para el club catalán, este negro negocio, de momento, le ha causado la pérdida de la presidencia del Barcelona.